Nunca había ido a los toros y dudo mucho que vuelva a ir, pero tenía curiosidad. La mal llamada fiesta nacional se ha vivido en mi casa con gran júbilo desde siempre y aunque me parezca una aberración, y no hace falta ir para darte cuenta, tenía cierta “necesidad” de ir. Además como fotógrafo, tomo fotos de algunos momentos, eventos, personas y circunstancias que no me agrandan, pero que pienso que forma parte de un modo u otro de la sociedad que me rodea y veo acertado inmortalizarlo. Como considero la tauromaquia un anacronismo dentro de nuestra sociedad, decidí llevar mi antigua cámara de carrete con una película RETRO que simula antiguas emulsiones, más cerca casi del siglo XIX que del XXI. Una curiosidad que me gustaría compartir con vosotros. No son se ven toros, intenté reflejar tan solo el ambiente de alrededor y del interior de la plaza. Las dos o tres fotos que se ven los toros son pura anécdota, por lo menos para nosotros….ellos fueron asesinados entre vítores del señorío entre los que yo me encontraba, todo hay que decirlo.
